lunes, 21 de julio de 2008

Cleto Judas, el eje de la critica y la autocrítica.

Desnutrición, trabajo en negro, pobreza, represión a trabajadores, corrupción, Julio López… Nos dió pena. Su cara traspirada, su hilo de voz entrecortado y sus palabras inaudibles algunas. Quedaba grande en su boca la frase de la “historia me juzgará”, parafraseando el “La historia me absolverá” pronunciado por Fidel Castro en el juicio del Moncada, en el año 1953. ¿Héroe o traidor? La subjetividad política lo define. Suena gracioso ver la web de campaña, llamada “Cristina, Cobos y vos”. La izquierda partidaria (salvo patéticos casos como el PCR y el MST apoyando abiertamente al campo) perdidos en su mayoría, intentaron establecer una tercera posición (ups, suena a algo?) que nada que ver tenía con un proyecto en concreto consolidado y si con un vacío político característico de la izquierda. Morimos de risa con la carpa roja instalada en el Gobierno, tan perdida en la plaza, tan desolada: tan vacía por dentro como por contenido. La falta de poder tomar posición frente a un conflicto nos habla de la histórica ausencia del bloque de la izquierda (al cual muchos de nosotros nos sentimos identificados). Esa impronta paleolítica, academicista, retrograda e inactiva hizo que la mayoría de sus militantes vean la definición por televisión. Les parecía igualmente reaccionaria la victoria del SI como la victoria del NO al proyecto de las retenciones al agro. Desde ya que este conflicto hizo luces sobre que país queremos tener y que grupos tienen el real y verdadero poder para dominar esta conducción. Sabemos que no es todo las retenciones y que aquí lo que se tiene que discutir son cosas más profundas. Pero ya sabemos quienes mandan y con quien no se puede joder: por algo en la Exposición Rural, llevada a cabo todos los años en el Predio Ferial de Buenos Aires y organizada por la Sociedad Rural Argentina, el pabellón más grande se llama Martinez de Hoz. La victoria del bloque agrario consolida la postura golpista de negar los avances de la redistribución de la riqueza. Esto no implica definir al gobierno actual como portador de una política redistributiva, sino reconocer su voluntad y exigir el cumplimiento de su promesa de cambio. Las organizaciones políticas y movimientos sociales formularon a su vez una Campaña Nacional contra el hambre y la pobreza, rica en sus exigencias, pero pobre en su acatamiento. Planteaba el Sí a las retenciones sobre la renta extraordinaria, pero diferenciando a los productores familiares de los grandes terratenientes, pooles sojeros, grandes acopiadores y agroindustria. No nos sentimos oficialistas por apoyar un proyecto de Ley oficial. No fuimos kirchneristas ni cristinistas por estar de acuerdo con la resolución 125. No se nos cayeron los anillos por estar junto a los peronistas, porque de ultima preferimos equivocarnos, pero con la acción y no con la indecisión.

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FELC

POR EL CAMBIO SOCIÁL!