TODO ERA MÁS SIMPLE DE CHICO

Estaba recordando la vez en que mis viejos me llevaron al parque que había en la estación de trenes. Tenìa calesita, hamacas voladoras, tren fantasma y el gusano loco que iba para atrás y para adelante. Sino me equivoco el boleto costaba no más de 50 centavos, bah ni idea. Ese día llovía mucho y con mis hermanos y hermanas rogabamos que por favor parara porque sino nos tendrìamos que ir. Parò y pudimos subir a las hamacas que estaban mojadas y con el movimiento giratorio se iban secando. El tiémpo estaba pesado porque si bien habìa llovido, la temperatura no bajaba así que estabamos en remera y mi vieja estaba un poco agitada porque sufría de asma y la humedad le complicaba la respiraciòn. Habremos estado unas tres horas y ademàs de los juegos nos comimos unos panchos y ese algódón de nieve, creo que así se llamaba, era rosado, muy dulce y pagajoso. Nos comimos como tres en cuestión de segundos. Mi papá no nos compró más porqué dijo que tanta azucar era mala. Se hizo de noche y volvimos caminando a mi casa, el cielo seguía nublado pero ya no amenazaba con seguir lloviendo, mis tres hermanos iban hablando no sé qué con mis viejos mientras yo iba contando las pocas estrellas que se veían entre las nubes. La luna ni mu. LLegamos a casa con los piés todos embarrados y mi mamá nos hizo limpiarlos en los pastos humedos y luego con el trapo de piso. Entramos a casa y tomamos una coca y luego nos lavamos los dientes y nos fuimos a la cama. Al otro dìa despertè tempranito para ir a la escuela, yo estaba en tercer grado, habré tenido ocho años, creo. Me vestí rápido, bah, en verdad me vistió mi mamá, tomé el té con pan con dulce de leche y fuí a clases. A la salida, las maestras cortaban la ruta para que podamos cruzarla e ir hacia nuestras casas porque el semáforo no funcionaba, o sí pero siémpre estaba en amarillo. Precaución, Precaución!!! Cuando estaba a dos cuadras de mi casa pasó la camioneta que repartìa los sifones de soda y dudando un poco, cuando pasó adelante mío me colgué del paragolpes trasero y así fui hasta mi casa pero como iba muy rápido al bajarme rodé en la calle de tierra y me ensucié todo, así que all llegar a casa mi mamá me preguntó que me habìa pasado, yo le mentì y creo no me creyó porque sino me equivoco le dije que me tropecé pero con la mugre que tenìa, era poco creible. Luego de lavarme y almorzar me fuí a lo de mi amigo y ése dìa él iba al parque así que pedí permiso a mi vieja y me fuí otra vez al parque de la estaciòn. Estaba todo tan lindo, lástima que volví a la realidad adulta por la periodista-terrorista del canal clarinete que pedía cambiar las leyes para bajar la edad de inimputabilidad de los menores. Por: FELC