A más de seis años de la masacre de Cromañon.NI OLVIDO, NI PERDON

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la noche del 30 de diciembre de 2004 un recital de rock duro apenas unos minutos. En ese recital tocaba Callejeros. Una bengala incendió el techo (hecho de materiales inflamables y tóxicos) de la discoteca donde se realizaba el recital. La combinación de los gases venenosos más el exceso de público y la falta de medidas contra incendios y las puertas de emergencias cerradas con candados provocaron la muerte de 194 jóvenes. La discoteca a cargo de Omar Chabán, se llamaba República Cromañon. El pasado treinta de diciembre de 2010 se cumplen seis años de esa, la peor matanza de nuestra generación. Seis años de una pena infinita, seis años con la intolerable sensación de lo absurdo, seis años con la rabia de saber que vivimos en un país lleno de corruptos, donde los miserables de siempre y de los nuevos, buscan expiar y esconder sus culpas alzando sus voces, apuntando con el dedo y acusando a las víctimas, convirtiéndolas de esa manera en victimarios. Seis años en que políticos, jueces, empresarios, periodistas, músicos y ciudadanos deberíamos preguntarnos: cuánto contribuimos para convertir al país entero en la República de Cromañon . Seis años que una generación de jóvenes sobrevivientes (otra más) nos exige memoria y justicia. Seis años pasaron desde que padres, madres familiares y amigos recorrieron, morgues, hospitales, comisarías y juzgados. Y hoy, después de seis años otra “la plaza” se sigue llenando de manos con carteles, pechos con fotos, y gritos pidiendo justicia. Dios no es argentino me dijo un amigo hace poco; definitivamente dios no es argentino y mucho menos atiende en Buenos Aires, ciudad Cromañon, coincido yo. Demasiadas muertes jóvenes, demasiadas voces pidiendo justicia, demasiados cromañones sucedieron antes y después de ese 30 de diciembre hecho del fuego de la ambición, de la corrupción disfrazada de humo asesino, y la estupidez convirtida en cámara de gas. Kheybis, Lapa, escuelas con puertas de vidrios, gimnasios desplomados, Monumentos en plazas y paseos que matan, peloteros criminales, boliches con entrepisos hundidos; son apenas una muestra de que Cromañon nos puede suceder a todos. Es por eso que a más de seis años de la masacre, después de que Aníbal Ibarra Jefe de gobierno a cargo de la Ciudad de Bs As fuera destituido, después de que se condenó a Omar Chabán, a 20 años de cárcel; al ex manager de la banda, Diego Argañaraz, y al ex subcomisario Carlos Díaz, a 18 años; mientras que los integrantes del grupo de rock Callejeros fueron absueltos, seguimos exigiendo que TODOS y no solo estos pocos RESPONSABLES, sean condenados. TODOS. También esperamos, que desde el Estado se apliquen políticas concretas para que Nunca Más existan cromañones. El próximo treinta de diciembre se cumplen seis años de aquella masacre absurda, pero también seis años de lucha y dignidad. HORACIO CEPEDA