miércoles, 6 de julio de 2011

Cuenta regresiva: la justicia lleva a remate el complejo Bio-Devoto

En el complejo Bio-Devoto funcionan varias cooperativas textiles, otros emprendimientos de economía popular, un centro cultural y un bachillerato popular. Todo esto tiene, para la justicia, fecha hasta el próximo miércoles 6 de julio, día en que se realizará el remate judicial del edificio. Son casi 50 familias - entre trabajadores, docentes y alumnos- las que quedaron en este laberinto jurídico que se remonta a febrero de 2007, cuando cerró el antiguo laboratorio que allí funcionaba. La historia tiene un insólito personaje: la hermana de Jorge Telerman, Mónica, quien como técnica del laboratorio realizó un juicio laboral por despido que termina en el remate fechado para el miércoles y por 120 mil pesos. Éste es otro de los datos sospechosos: el edificio está tasado cerca de 2 millones de pesos, por lo que se estima el gran negocio lo hará la Liga de Rematadores. El miércoles mismo del remate, 11 horas, la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) convoca junto a otras organizaciones a marchar hasta la Oficina de Subasta, Jean Jaures 540. “Y si nos mandan el desalojo, vamos a resistir también”, avisa Fabio Resino, miembro de FACTA y delegado del Hotel BAUEN, títulos que legitiman sus palabras. La historia En ese edificio de Cervantes 2950, barrio de Devoto, funcionaba antes un laboratorio medicinal de la firma Columbia, luego comprada por la monopólica Roemmer, y vaciada. El proceso de vaciamiento fue paulatino: primero pasó a capitales mexicanos, hubo un repunte, luego se vendieron las marcas de los productos más importantes y comenzaron los despidos. “Nos prometieron capacitación y tecnología, pero jamás hicieron ninguna inversión y además empezaron a prescindir del personal”, asegura Wilfredo Román, actual presidente de la Cooperativa Bio Devoto. De casi 130 empleados llegaron a quedar 6. Fueron esos menos los que recurrieron al Sindicato de Sanidad, al Ministerio de Trabajo y hasta enviaron una carta al entonces Presidente de la Nación, sin éxito, para denunciar el caso. En febrero de 2007 repitieron la fórmula que tanto resultado dio a otras empresas recuperadas: entrar al edificio y no dejar pasar a los antiguos jefes y dueños. Resino resume en una frase todos esos años de lucha: “A un lugar que estaba cerrado, se le dio vida”. Ese noviembre inauguraron el Centro Cultural Bio-Devoto “con el objetivo de crear un espacio de encuentro y arte, accesible para todos los vecinos”, según sus propias palabras. En marzo de 2008 se habían abierto clases de danza, teatro, artes plásticas, serigrafía, salsa y tango, entre otras. Hoy funciona además una cooperativa de calzado, una de carteras y otros emprendimientos textiles y de economía social, y un bachillerato popular. Deudas Pero las deudas y juicios que había dejado el laboratorio reflotaron este 2011. Mónica Telerman, antigua operaria de Columbia, ganó un juicio laboral que obliga al remate del edificio en 120 mil pesos. Resino explica que “no tiene sentido” regalar el complejo en esa suma, tasado en 2 millones de pesos, lo que desnuda una jugada de la Liga de Rematadores para quedarse con ese resto. Ante la interpelación de los trabajadores, el juez dice no poder frenar el juicio pero sí el remate del edificio si aparecen en cambio los 120 mil pesos. Pero ni los trabajadores textiles, ni los docentes y alumnos del bachillerato pueden juntar esa suma. “Se están haciendo presentaciones legales. Vamos a ver si el gobierno nacional o el Ministerio de Desarrollo pueden poner el dinero”, explica Ensino sobre las posibles salidas. En caso de llegar a desalojo, ya lo dijo, van a resistir. Lo que hay detrás de todo esto, además del juicio de Mónica Telerman y sus 120 mil pesos, es un gran negocio inmobiliario. Esta semana, cuenta Ensino, la Liga de Rematadores intentó exhibir el edificio a posibles compradores, “pero no los dejamos pasar”. La excusa del juicio por despido y los laboratorios que no se hacen cargo son la jugada perfecta para rematar el edificio de Devoto a un alto valor inmobiliario. En el medio de todo, recordemos, hay cientos que quieren y necesitan seguir trabajando y estudiando. Contacto: Guilfredo Román: (011) 15-5768-0475 Fuente: www.lavaca.org

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