sábado, 10 de noviembre de 2007

ASÍ GANA CUALQUIERA

El Ceamse, un poroto Las elecciones nacionales en Merlo dejaron ver la mugre e impunidad con que se manejaron los punteros políticos. Desde aprietes a fiscales generales, hasta el intento de hacer votar a gente fallecida. Solo por enumerar algunas cosas. “El escrutinio mas limpio que jamás se vió.” Así fueron las declaraciones que realizó Aníbal Fernández. ¿Será que todos/as los/as votantes de aquel domingo 28 de octubre se higienizaron para ir a votar? La mayoría seguramente que si. A otros en cambio, Aguas de Buenos Aires les cortó el suministro desde temprano. El más afectado de la zona, por este inconveniente, fue el partido de Merlo. A primera hora los punteros políticos del Frente Para la Victoria (FpV) que “trabajaron” como fiscales generales, se quedaron sin agua y comenzaron a ensuciar el acto cívico. En la escuela técnica Nº2 Republica de Venezuela, la forma que “eligieron” para embarrar la cancha fué ocupar dos puestos vacantes y claves como autoridades máximas de mesa, estas fueron la 5063 y la 5064, ambas femeninas, ante la pasividad del resto de sus colegas de otras listas. (Según la Ley Electoral, si no hay autoridades la mesa queda a cargo de la primera persona que va a votar). Los dos únicos seres humanos que tenían un vaso de agua cristalina para quitar el lodo, fueron Pedro y Juan (nombre ficticio para cubrir su identidad), fiscales generales del Partido Obrero (PO) y de la Coalición Cívica (CC) respectivamente, que intentaron por todos los medios hacer cumplir la ley electoral y no permitir que ocupen este cargo quien no debiera hacerlo. La apertura del colegio se demoró por esta razón, y les echaron la culpa a ellos adelante de toda la gente, que comenzó a insultarlos y por poco no los lincharon. Una vez avanzado los comicios en dicha escuela, Juan quiso entrar a reponer boletas en el cuarto oscuro, pero se cruzo con una montaña de residuos (llamados presidente, fiscales de mesa y generales) que le prohibieron la entrada por completo. “La atribución del fiscal general, es que están habilitados para entrar y salir, sin objeciones, del edificio y el cuarto oscuro, tantas veces como deseen”. Esto fué reclamado en reiteradas oportunidades, pero ante la insistencia de Juan, le respondieron con la presencia policial que lo quería llevar detenido por disturbio, por poco le cuesta la libertad. El viento arrastró la contaminación hasta otro edificio educativo, la escuela Nº33, en donde tres fiscales, Vanesa Uña, Ricardo Jiménez y Norberto Gutiérrez, fiscales de mesa y generales respectivamente, presenciaron el intento de voto en la mesa 40, de una señora con documento de una finada. Más estupefacto de los ya mencionados, fue un fiscal que se dio cuenta de la maniobra, debido a que estaba en presencia de su tía que había fallecido hacia ocho años. El asombro no pasó por que su pariente haya querido emitir su sufragio, si no que nadie le notificó que la tía había resucitado como Cristo. La señora fue acompañada hasta la puerta, por el personal policial que la dejo ir, ya que ellos no la podían detener porque ya estaba muerta. A medida que transcurría la tarde en estos dos establecimientos, y para que no hablen después que las elecciones eran sucias, había varios fiscales generales del F.P.V que entraban como si nada y sin control, a los cuartos oscuros, con bolsas de residuos vacías y salían llenas. Al preguntarle a la autoridad máxima de la mesa, respondían simplemente que eran los encargados de juntar la basura (y el de las boletas opositoras a los C.F.K). La peculiaridad del caso no es la higiene del inmueble, si no que¡¡¡¡¡ Jamás trabajaron de recolectores de residuos hasta ese momento!!!!!! Al cierre de los comicios, la tarea de contar los sufragios claramente, otra vez como en el transcurso del día, trajo aparejado un alud de dificultades para quienes tenían que controlar. Los presidentes de mesa eran manipulados por los punteros poli…. (Perdón, fiscales generales de F.P.V) que les acotaban las decisiones que tenían que adoptar frente a algunos sobres incorrectos, la presencia en el cuarto oscuro de los demás fiscales generales de otros partidos y a quien firmar o no la planilla de escrutinio, con ORDENanzas municipales, que superan las leyes nacionales. El “trabajo” en merlo de acatar las tres directivas (tomar las mesas donde faltaran presidentes, robar las boletas a los otros candidatos y seleccionar a quièn le firmaba las planillas de escrutinio) se cumplió a la perfección. Las elecciones limpias por estas latitudes se parecieron al CEAMSE.

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FELC

POR EL CAMBIO SOCIÁL!