jueves, 13 de diciembre de 2007

JURA INMORAL, LEGALIDAD SIN JUSTICIA

El pasado 7 de diciembre en el Palacio de la Legislatura, prestaron juramento los 30 legisladores electos el 3 de Junio del corriente año. Este suceso no dejaría ser uno más en el desarrollo de los procesos constitucionales de no ser porque entre aquellos que asumían sus cargos, se encontraba uno de los responsables políticos de la masacre de Cromañón, el destituido y ahora ex Jefe de Gobierno Porteño, Aníbal Ibarra. Ante este hecho, la murga Los que Nunca Callaran formada por sobrevivientes, familiares y amigos realizaron una serie de actos de repudio junto a otros parientes, compañeros y supervivientes de los asesinatos ocurridos el 30 de diciembre de 2004 en un recital del grupo de rock Callejeros. Para comenzar hicieron una vigilia en las inmediaciones de la Legislatura desde las últimas horas del jueves en la esquina de Avenida de Mayo y Perú donde instalaron fotos de la masacre, banderas y carteles bajo la atenta mirada de la policía federal quienes formaban un fuerte operativo de seguridad para “prevenir” incidentes. A las 11 del viernes marcharon desde el obelisco hasta la legislatura junto a otras murgas, que bajo el ritmo de bombos, silbatos y cánticos de repudio llegaron al punto de encuentro donde los esperaban el resto del Movimiento Cromañón quienes para ese entonces ya habían instalado 203 sillas negras con una foto y una flor, de espaldas a la sede del Legislativo Porteño, una por cada víctima de la matanza de aquella noche o como consecuencia directa de ella durante estos casi 36 meses desde el incendio. Cerca del mediodía con sol radiante y el sonido de bombos de fondo, se podían ver a algunos de los chicos de la murga bailar y cantar como símbolo de protesta. A las 12:25 prestó juramento Ibarra, “quien no tiene moral” según Marisa Gómez, madre de una de las víctimas, bajo una fuerte silbatina en el recinto y el abucheo general en la calle. También juraron ese mismo día Gabriela Alegre y Gonzalo Ruanova funcionarios porteños durante el gobierno de Ibarra y muy cuestionados por los familiares. Cuando llegó el turno de Patricia Walsh para asumir como diputada, llevaba en sus manos las zapatillas de uno de los chicos asesinados y al tomar juramento lo hizo por “por los 30 mil desaparecidos y asesinados, por los torturados, por los 196 chicos masacrados en Cromañon”. Walsh también había estado la noche anterior en la vigilia con los padres de los chicos. El acto de rechazo siguió con la lectura de los nombres de todos los asesinados, incluidos los dos jóvenes que murieron en los últimos meses como consecuencia directa del siniestro y de algunos familiares que fallecieron durante este tiempo. Todo esto ocurría mientras se esperaba la liberación de Omar Chaban gerenciador del boliche donde ocurrieron los homicidios, único detenido hasta ahora. La decisión de liberar a uno de los máximos responsables de los homicidios tomada hace seis meses por la Sala III de la Cámara de Casación, también fue repudiada por los familiares y víctimas, para quienes esta noticia y la jura de Ibarra el mismo día fue un doble golpe a la esperanza de que se haga verdadera justicia. Ahora desde el punto de vista estrictamente técnico, el expediente Cromañon pasó a ser una causa sin detenidos. A propósito de esto los miembros de la Murga se expresaron así: “no creemos en esta justicia ni en que el mismo sistema que mato a los pibes se juzgue a sí mismo, por eso estamos aquí para que la condena sea al menos social y todo el mundo sepa quiénes son los asesinos de los chicos”. La murga Los que Nunca Callaran, vio la luz un seis de noviembre y debutó oficialmente en diciembre del 2005 en Parque Patricios. Nació, como ellos mismos dicen de “aquella noche de humo sin permiso” y para darle “batalla a la impunidad y mantener viva la memoria”. Son en su mayoría chicas y chicos sobrevivientes, que eligieron esta forma de lucha, la del baile y la música para evitar que el recuerdo sea un velorio perpetuo, para que el dolor sea la fuerza movilizadora y no un límite y así “la protesta sea alegría y el reclamo canción” . La murga es su principal herramienta de lucha que sobrepasa el reclamo por Cromañón. Participaron, por ejemplo, del acto de conmemoración de la Noche del Apagón del Ingenio Ledesma, en la provincia de Jujuy, así como también en actos de denuncia contra los talleres clandestinos de costura, que someten a trabajadores bolivianos a condiciones de esclavitud, entre otras actividades. El nombre de la murga está formado por palabras que significan memoria, acción, ética cosas que no encontraron en los grandes medio masivos, siempre cómplices del poder, de visión mentirosa y parcializada. Por eso y seguro por mucho mas, la murga se llama Los Que Nunca Callarán y es murga porque como dice una canción…. “siendo murguero la vida se vive mejor”.

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FELC

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