Represión en la línea Victoria-Capilla del Señor. Un matrimonio y dos nenes golpeados por la policía en el tren.
En el medio del desastre con que las empresas concesionarias de trenes manejan el servicio, se suma la represión de las Fuerzas Armadas que reprimen a los usuarios cuando éstos reclaman por sus derechos, tal es el caso de Jorge Derra, su mujer Blanca, su hija de 11 años y un sobrino de 10 quiénes terminaron en la comisaria de Maquinista Savio, partido de Escobar el jueves 14 de febrero por… querer subir sus bicicletas al tren.
El día a día en las vías del Ramal Victoria-Capilla del Señor, perteneciente a Trenes de Buenos Aires (TBA) es un verdadero suplicio para los usuarios de esa línea ya que los trenes se retrasan o directamente no vienen, sin ninguna justificación por parte de la empresa y si vienen, son sólo dos vagones “pitufos” (pequeños) que no dan abasto para llevar a la cantidad de usuarios, esto sin contar que no tienen furgones donde llevar las bicicletas o herramientas de trabajo que utilizan en sus tareas diarias.
Fuego En Las Calles fue recibido en la casa de la familia Derra, donde hablamos con ellos sobre lo sucedido: “fuimos a tomar el tren a la estación de Savio con mi hija y un sobrino pero como el tren no tenía furgones, entonces subí la bicicleta y la de mi nena al vagón. El guarda se acercó y me dijo que debía bajar los rodados ya que no estaba permitido, a lo cual le contesté que no era un problema mío sino de la empresa por no contar con el mismo, además de que había pagado el boleto. El boletero de muy mala manera me dijo que el tren no arrancaría si no me bajaba o que podía tomar el siguiente tren, claro que dos horas después (si es que venía)”, nos relata Blanca.
Ella mantuvo su posición y no descendió y entonces el guarda llamó a varios policías quiénes comenzaron a hostigar primero y a reprimirlos después.
“No estoy haciendo nada ilegitimo, sino los de TBA, además la empresa me tiene que decir algo y nos vos”, le dijo Blanca a un miembro de la Policía Bonaerense. “Había una mujer policía y otros tres uniformados más con itakas. Imaginate el peligro que éramos una señora con bicicletas y dos nenes. La policía y el boletero me insistían en bajar. Yo tengo derecho a llevar una bici en el tren, que no tengan furgones es cosa de ustedes, les dije”. Cuenta indignada Blanca a FELC.
En medio de la intimidación policial, llegó Jorge que había recibido un mensaje de texto de su esposa: “los policías quisieron ponerle las esposas a la nena de diez años y yo le digo que qué hacían si es una nena, entonces lo empujan a mi sobrino y me quieren esposar a mí, me zafo, me agarran de la ropa y Jorge trata de intervenir. Trato de agarrar a mis nenes y los tiran junto con Jorge y las bicis afuera del tren. Y de ahí lo llevan a la comisaria (que está a escasos 30 metros de la estación) arrastrándolo de los pelos y a las patadas. Si no fuera que yo estaba sacando fotos con el celular no se que hubiera pasado”, relata indignada.
Jorge fue detenido bajo los cargos de “resistencia a la autoridad” y luego fue trasladado a la comisaria de Ingeniero Maschwitz porque muchas personas empezaron a llamar por teléfono y acercarse a la comisaria ya que habían sido avisados por Blanca de lo sucedido. Exactamente un día después de la represión, Jorge fue dejado en libertad.
“Nuestro objetivo, más allá de lo que nos pasó, a pesar de ser grave, lo fundamental es la pelea por la vuelta del correcto servicio del tren, que le está cagando la vida a miles de trabajadores”.
Justamente por esto, decir que este hecho fue “casual” no cierra ya que tanto Jorge como Blanca están llevando adelante una lucha junto con otros vecinos de la zona para que TBA no desmantele la línea ferroviaria que une Victoria con Capilla del Señor. Ya sacaron el Tren Blanco, ya sacaron el furgón y ahora van por el servicio total.
Por suerte, ya viene el tren bala de Cristina.
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