DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNICACIÓN: UN BIEN REPARTIDO PARA TODOS/AS

LLEGÓ EL MOMENTO! El pasado miércoles 18 de marzo la Presidenta Cristína Fernández presentó en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, la propuesta de la “Ley De Servicios Audiovisuales”. Este proyecto de comunicación antes de ser elevado a la cámara baja del Congreso Nacional tendrá un tiempo para poder ser “hablado, discutido y debatido, por espacio de dos meses, ante toda la sociedad Argentina”, según señalo en su discurso la primera mandataria. Y será esta normativa, si prospera en las cámaras de diputados y senadores nacionales, un reemplazo al ya antiguo Decreto-Ley de Radiodifusión 22285 de la última dictadura cívico-militar, que es utilizado en la actualidad. Los 21 Puntos Básicos fueron entregados a la titular del Poder Ejecutivo Nacional el año pasado por parte de la Coalición Por Una Radiodifusión Democrática. Fundada en el 2003 por parte de unas treintena de organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, cooperativas de comunicación y muchas más. Estos puntos establecen: “que el derecho a la comunicación es para todos/as y no para las empresas, porque los medios son siempre públicos.” Según el comunicado publicado. Quienes pusieron el grito en el cielo, cuándo no, son los multimedios, que podrían perder gran parte de su hegemonía en el “NEGOCIO” de la comunicación. Cabe destacar que solamente en cuatro manos recae el manejo del 80% de los medios. En cambio si sale a la luz esta nueva propuesta, se dividirá en tres partes iguales, que se distribuirán en un 33% entre públicos, comerciales y comunitarios de organizaciones de la sociedad sin fines de lucro y tambièn los principales partidos de futbol nacional podrán volver a ser vistos por todos los argentinos y argentinos. En la vida de ellos, los multimedios, el dinero esta en primer plano, solo hay que fijarse las pautas publicitarias que tienen en las tandas y dentro del mismo programa, cada vez son mas escasos los contenidos en la transmisión. El dinero y los comerciales van de la mano y consecuentemente traen aparejado intereses de “poder”. Poder que ejerce a través de la radio, diarios y la televisión. Tratando de imponer programas de baja calidad institucional (el baile del caño, y sus programas paralelos) carente de enseñanzas (novelas para adolescentes) y temas banales (chimentos del espectáculo). Que pretenden ser posesionados como algo importante en el que hacer cotidiano de quienes los consumen. Ni hablar de los diferentes informativos o canales “periodísticos” que hay circulando. Estos son cada vez menores, más extensos y repetitivos en las “noticias”. Debido a la imposición de agenda, que realiza el grupo Clarín, y que el resto los sigue a la perfección. “toda persona tiene derecho a investigar, buscar, recibir, difundir informaciones, opiniones e ideas sin censura previa, a través de la radio y la televisión” cita uno de los 21 puntos. Las formas de manejar determinados temas son similares en todos los multimedios y cada uno de ellos representan a quien mas le conviene, ya sea un gobierno de turno (recordar que en la ultima dictadura y la década del 90 estaban muy bien relacionado con los políticos que nos gobernaban) o intereses del poder económico (las empresas multinacionales). Se podría tomar un ejemplo con los cortes de calles o rutas. Si lo realiza alguna organización social de desocupados/as, trabajadores/as, los titulares son “Caos en el transito” sin explicar los motivos que llevaron a tomar esa medida. En cambio, si el mismo acontecimiento es producido por los ruralistas o la gente de barrio norte, son tomados en cuenta como asambleístas o vecinos realizando reclamos. Con la descentralización de los medios masivos de comunicación, se podría escuchar diferentes realidades para un mismo tema y lógicamente mas informaciones de otro tipo, que desconocemos al no ser contados por quien corresponde. Es lógico aclarar que esto no puede ser llevado a cabo por si solo. Que atrás hay personas que dirigen y ordenan a sus subalternos el modo de manejar determinadas acciones a través de cualquier programa. Quienes trabajan de esto, conductores, productores y muchos mas, tienen muy poco margen de preguntar o mostrar otra cosa que no sea lo impuesto por los de arriba. Son en la mayoría de los casos, conciente que tienen derecho a la libertad de prensa, pero no lo hacen porque les falta la “libertad de empresa”. Con este sistema están condicionados y corren el riesgo, si no lo aplican, de no volver a trabajar en ningún lado. Si queremos cambiar esta hegemonía monopólica de los medios de comunicación y que sea un servicio publico e inclusivo, que halla pluralidad de voces, que sea social y para todos/as, debemos involucrarnos y participar en los debates que se van a llevar a cabo estos días. No nos quedemos con lo que dicen los estos medios y sus aliados políticos (De Narváez, Lilita Carrió). Si esta propuesta de una “Ley De Servicios Audiovisuales” no es libertad de expresión, está donde se encuentra ¿crucificada en los altares del capital?