domingo, 8 de marzo de 2009

LA CARCEL: REFLEJO DE LA SOCIEDAD

Por Roberto Nuñez, desde Santa Fé para Fuego.Mayormente la Cárcel es conocida en la Sociedad por los hechos allí ocurridos, tales como Motines, grescas, huelgas, muertes. Lo cierto es que el Servicio Penitenciario es una fuerza de seguridad, destinada a la custodia de condenados y procesados. Y también cumplir con los términos de la Ley 24.660 denominada progresividad del Régimen Carcelario, esto es, en forma sencilla, las obligaciones y los derechos que el preso tiene y que deberá cumplir si quiere obtener algún beneficio estipulada en la Ley supra mencionada (salidas transitorias, libertad condicional, etc.). Pues la Ley es clara y no necesita interpretación alguna, pero lo que sí se necesita es comprender el modelo penal penitenciario que rige en nuestro sistema. La cárcel cuenta con una población que oscila entre los 18 a 21 años, la mayoría, en causas que van desde el robo hasta homicidio. El crecimiento de la población año a año, ha determinado que los gobiernos planificaran la construcción de penales, por sobre la planificación de mayores escuelas y mayor contención social en el sentido estricto de la palabra y no dadivas o asistencialismo puro. En los últimos años el crecimiento delictivo, y la violencia con que se los realiza, hizo, aún más, que organismos de derechos humanos se introdujeran en el gobierno y mando de la Institución Penitenciaria, provocando ésto una victimización del Interno para con la Sociedad y no la comprensión de que lo que había hecho con la posible reinserción social de éste. Lo paradójico es que quién tiene que garantizar la socialización de los penados, el Estado, no lo hace porque es más fácil convertir la cárcel en un depósito de personas que en un centro que permita reinsertar al Interno en la Sociedad. Y porque no? Porque no se invierte en talleres de trabajo, en escuelas, en herramientas que lo posibiliten. Adentro es esto, y afuera con verdaderas políticas estructurales que permitan modificar el estado de pobreza de donde surge la mayoría de las personas privadas de su libertad. Podemos decir, que un preso permanece la mayor parte del día en su pabellón por ausencias de políticas desarrollistas, lo que lo convierte en potencial evasor, en el menor de los casos o en una persona violenta dispuesta a lastimarse o lastimar a los demás. Tampoco está el espacio reflexivo, tratamiento psicológico, que permita comprender el hecho que ha cometido, hacerse responsable de lo delinquido, y no victimizarce en la sociedad, quedando el Estado como responsable del delito. Es así, lo que piensa hoy un interno.- Es barato y de mayor comodidad responsabilizar también al personal de hechos ocurridos en una Unidad. Personal que cumple servicios de 24 horas de guardia, las cuales jamás son tales, ya que entre lo que demandan los viajes y los constantes recargos por falta de personal, se entregan mas de treinta horas, y es aquí dónde me quiero detener: “los uniformados” también son Personas, son esposas, maridos, mamás, hijos y hermanos. Que no son inmunes a la tuberculosis, al sida; que sienten el stress y la continua incertidumbre de lo que deparará el destino cuando abran cualquier puerta de alguna celda. Nadie trabaja en una cárcel, porque tiene deseos de saciar ansias de sentirse un dictador o un represor. Que quienes forman parte de el servicio lo hacen en primera instancia por necesidad, que con el tiempo se convierte, o no, en una vocación, que no es ni menos que amor al prójimo. Porque están todos los días con aquellos que nadie desea tener por vecino, con aquellos que nadie quiere ver deambular por la calle junto a nuestros hijos, y esto ES VERDAD y no es sensacionalismo.- Entonces, ni victimas ni victimarios, ni de un bando ni del otro. Las cosas claras. Son los sucesivos gobiernos quien han violado un articulado constitucional referido al cometido de la Institución Penitenciaria permitiendo así que la cárcel sea un mero resguardo de aquello que no se quiere ver: LA REALIDAD.-

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FELC

POR EL CAMBIO SOCIÁL!