TRABAJADORAS SEXUALES LA PELEAN

En el imaginario social, las trabajadoras sexuales “son putas que no quieren trabajar, les gusta lo que hacen y son unas ignorantes”. Fuego En Las Calles charló con Elena Reynaga, trabajadora sexual perteneciente a la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR), quién en agosto pasado formó parte y expuso en la Conferencia Mundial sobre SIDA, que tuvo lugar en México. Reynaga expuso las experiencias del trabajo sexual y porqué son víctimas del Estado que contribuye a eso. FELC: ¿Cómo llegó AMMAR a participar en la conferencia? “Hasta ahora a la Conferencia Mundial sobre el SIDA solo habían sido invitados los científicos y ésta es la primera vez que expone alguien de las sociedad civil, en este caso una trabajadora sexual. Yo representé a todas las trabajadoras sexuales del mundo, además soy coordinadora de la Red Latinoamericana de Trabajadoras Sexuales, fue una gran responsabilidad y expuse sobre lo que decíamos todas”. FELC: ¿Qué logros han obtenido con la organización? “Antes de estar organizadas, sólo el 1 por ciento de las trabajadoras usaban el condón. No trabajamos sólo sobre la prevención del VIH, sino también de los Derechos Humanos (DDHH). Porque una puede saber sobre prevención de enfermedades pero no cómo defenderse. Al hablar en nombre de todas, no estaba bien que hablara solo de nosotras. Esto es mundial”. FELC: ¿Cómo viven las trabajadoras sexuales los ataques de sectores de la sociedad? “Este aún es un país conservador. La Iglesia baja línea y apoya la opresión hacia la sexualidad. La doble morál tiene que ver con los consumidores, o sea se llevan presos a los oferentes y no a la demanda. Nosotras no queremos que se lleve preso a nadie. Lo que queremos es que haya educación sexual en las escuelas para que podamos decidir qué hacer con nuestra sexualidad. Nuestra utopía es que ninguna mujer esté en la esquina parada para poder vivir”. Según un reciente estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Guatemala es el segundo país en violencia hacia la mujer, primero está la Federación Rusa. Allí no se respetan DDHH básicos y la peor parte se la llevan las mujeres. “En la Conferencia hablamos sobre que en Centroamérica hemos contabilizado en los últimos 10 meses 34 asesinatos y el 99 por ciento de esos asesinatos están impunes. Las chicas no solo tienen que protegerse de la policía que las viola, coimea sino también de Las Maras, las pandillas callejeras que son muy violentas y las chicas tienen que pagar sumas de dinero para que las dejen trabajar sino ahí directamente las matan”.