
En un acto en el Salón de las Mujeres, en Casa Rosada la Presidenta Cristina Fernández anunció que por vía decreto, y no por el Congreso, se implementaba la "asignación universal por hijo para protección social, para universalizar la ayuda a todos los niños pobres del país".
Para poder obtener la asignación por hijo, sus padres deben ser ambos desocupados y así cobrarán $180 por cada hijo.
Cristina aclaró que la medida "no acaba con la pobreza, sino que es una reparación y que la justicia social será cuando todos los argentinos tengan trabajo".
La medida tiende a garantizar la educación y la atención sanitaria de todos los niños y niñas de los sectores más vulnerables. La medida prevé que hasta los 4 años de edad deberá cumplirse el control sanitario y la vacunación obligatoria, y a partir de los 5 años deberá acreditarse la concurrencia a establecimientos educativos públicos.
Los fondos para cubrir la asignación universal provienen de las fuentes de la ANSES. Al respecto Cristina enfatizó: "la plata de los trabajadores, se destina a los trabajadores".
El acto que contó con Madres de Plaza de Mayo y dirigentes sociales, entre los que se destacó Milagro Salas, la mediáticamente vapuleada dirigente social jujeña quien fue abrazada efusivamente por la Presidenta en una clara señal de apoyo.
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